Ceremonial del Jueves Santo



Rito de Entrada

Guía:

En esta tarde del jueves santo, nos reunimos como discípulas y discípulos de Jesús, para celebrar la Institución de la Eucaristía.

Cantamos: “Gracias por la vida”

Confesión silenciosa.
Oración de Absolución.

Guía:

Porque hemos recibido el perdón de Dios le alabamos y damos gracias cantando “Den Gloria a Dios”.


Liturgia de la Palabra

Guía:

Escuchemos en el relato del Éxodo, la institución de la antigua Pascua.

Primera Lectura: Éxodo 12,1-8.11-14.

Canto: ”Cordero de Dios”

Guía:

Escuchemos el relato de la institución de la Eucaristía, narrada por el apóstol Pablo.

Segunda Lectura: 1Co 11,23-26

Canto: “Te agradezco Señor tu palabra”

Guía:

En esta tarde, Jesús nos enseña cómo debemos amar quienes creemos en Él.

Tercera Lectura: Jn. 13,1-15

Mensaje.


Gesto de Solidaridad

Guía:

Con el gesto del lavatorio de los pies, Jesús nos enseña que debemos seguir su ejemplo de servicio solidario, imitando a quien no vino para ser servido sino para servir.

Antes de hacer entrega de nuestros dones nos damos el abrazo de la paz.

Entrega de dones.

Oración Comunitaria:

Guía:

Presentamos los motivos de oración. Al finalizar cantamos “Padre nuestro”.


Recepción de los Santos Óleos

Guía:

Cada año, el Obispo bendice antes de la Pascua, el santo crisma que se utiliza en el bautismo, la confirmación y las ordenaciones; el óleo de los enfermos y el de los catecúmenos.

Diácona/o:

Óleo de las Personas Enfermas.

Presidente:

Te bendecimos por este óleo y te pedimos que protejas el cuerpo y el espíritu de nuestros hermanos y nuestras hermanas que sufren.

Asamblea:

Bendito seas por siempre, Señor.

Diácona/o:

Óleo de los Catecúmenos y las Catecúmenas.

Presidente:

Te bendecimos por este óleo y te pedimos que quienes reciban su unción en el bautismo, crezcan en el conocimiento del Evangelio y sean coherentes con su fe cristiana.

Asamblea:

Bendito seas por siempre, Señor.

Diácona/o:

Santo Crisma.

Presidente:

Te bendecimos por el Santo Crisma. Te pedimos que todas las personas que sean marcadas con él en el bautismo, la confirmación y la ordenación, reciban la abundancia de los dones de tu Espíritu y así la Iglesia crezca y llegue a la plenitud junto a tu Hijo Jesús.

Asamblea:

Bendito seas por siempre, Señor.


Liturgia de la Eucaristía

Ofertorio.

Plegaria Eucarística.

Es justo darte gracias, Dios generoso y solidario,
por todos los bienes y los regalos que has derramado
en las manos de las mujeres y los hombres
a lo largo de toda la historia de la humanidad.

Tú nos tenías presentes antes de la explosión que formó las galaxias
y antes de la evolución de la que surgió la vida.

Desde el comienzo de los tiempos, ha estado tu Espíritu presente
en medio del devenir histórico de la especie humana.

Todas las esperanzas y los anhelos, todos los afanes y los trabajos,
todas las acciones y revoluciones colectivas
que han nacido en el corazón de los hombres y las mujeres
han estado acompañados por la fuerza y la luz de tu Espíritu santo.

Por eso, como niños pequeños y niñas pequeñas,
que miran a su madre y sienten seguridad,
nos dirigimos a ti, llenos de gratitud,
y, uniendo nuestras voces a las de todos los hombres y mujeres
que te reconocen como amigo,
nos volvemos a ti dándote gracias, diciendo:

Canto:
Santo, santo, santo...

Verdaderamente eres santo y justo,
Señor Dios del universo y de la historia.

De tu infinita bondad y misericordia hemos recibido
el valiosísimo don de la libertad y el preciado regalo del amor.

Hoy nos reunimos en esta asamblea en nombre de tu hijo Jesús,
que está aquí presente en medio de nosotros
y, confortados con la efusión de tu Espíritu, hacemos memoria
de la pasión, muerte y resurrección de tu Hijo y amigo nuestro,
Jesús de Nazaret.

Así, recordamos aquella última cena
que Jesús compartió con sus amigos y amigas
 
y en la que tomó un trozo de pan, lo partió y se lo dio, diciéndoles:
-          Esto es mi cuerpo que se entrega por todos y todas.

Luego, tomando la copa con el vino, dio gracias al Padre
y se la pasó diciéndoles:
- Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre.
Hagan esto en memoria mía.

Esta comunidad que hace hoy, con estos gestos, memoria de Jesucristo
vuelve sus ojos hacia ti, Padre, para alabarte y darte gracias
por la dicha de poder participar en la tarea de arrimar el hombro
en la construcción de tu Reino.

Queremos unir nuestra plegaria de gratitud
a la de todos los hombres y mujeres
que, movidos por el pálpito del amor,
se sienten agradecidos por el don de la vida, de la libertad y del compartir.

Recordamos a todos los que nos han precedido
y ahora son para nosotros ejemplo y empuje en nuestras vidas.

Tenemos presentes a todos los pueblos que sufren las consecuencias
del reparto injusto de las riquezas y son víctimas de las injusticias sociales.

Concédenos a todos el auxilio de tu Espíritu
y haz crecer en nuestros corazones deseos de paz y de bondad.

Llévamos siempre de tu mano y agranda nuestra ilusión
por construir ese otro mundo posible que deseamos para todos.

Todo esto te lo pedimos
por medio de tu Hijo Jesucristo.
Amén.


Rito de Despedida

Bendición.

Envío.